Horchata para todos
Este blog contiene imágenes, música, palabras... al margen de la agenda diaria. A mí me ayudan a disfrutar del día a día, de la espera, a sabiendas de que cada día que pasa aunque no vuelva nos transforma.
Tuesday, May 4, 2021
Saturday, January 19, 2019
Wednesday, January 17, 2018
Friday, March 3, 2017
Échame a mi la culpa
Sabes mejor que nadie
Que me fallaste
Que lo que prometiste se te olvidó
Sabes a ciencia cierta
Que me engañaste
Aunque nadie te amará
Igual que yo
Lleno estoy de razones
Pa' despreciarte
Y sin embargo quiero
Que seas feliz
Que allá en el otro mundo
En vez de infierno encuentres gloria
Y que una nube de tu memoria
Me borre a mí
Dile al que pregunte
Que no te quise
Dile que te engañaba
Que fui lo peor
Échame a mí la culpa
De lo que pase
Cúbrete tú la espalda
Con mi dolor
Que allá en el otro mundo
En vez de infierno encuentres gloria
Y que una nube de tu memoria
Me borre a mí
Sunday, February 5, 2017
Romance: La fe del ciego
Camina la Virgen Pura
de Egipto para Belén
y a la mitad del camino
el Niño tenía sed.
- No pidas agua, mi vida,
no pidas agua, mi bien,
que estas aguas bajan turbias
y no se pueden beber.
Allá arriba en aquel huerto,
hay un rico naranjel
y el hombre que lo cuida,
es un ciego que no ve.
- Ciego, dame una naranja,
pa este niño que trae sed.
- Coja usted las que usted quiera,
las que sea menester (que yo no las puedo ver).
El Niño como era niño
no dejaba de coger,
las que cogía la Virgen
volvían a florecer.
Apenas se va la Virgen
el ciego comenza a ver.
¿Quién ha sido esa señora?
¿Quién ha sido esa mujer?
que en los ojos me ha dao luz
y en el corazón también.
Ha sido la Virgen Pura
que va de Egipto a Belén.
Saturday, January 28, 2017
Caminante no hay camino de Joan Manel Serrat
Todo pasa y todo queda
Pero lo nuestro es pasar
Pasar haciendo caminos
Caminos sobre la mar
Nunca perseguí la gloria
Ni dejar en la memoria de los hombres mi canción
Yo amo los mundos sutiles
Ingrávidos y gentiles
Como pompas de jabón
Me gusta verlos pintarse de sol y grana
Volar bajo el cielo azul
Temblar súbitamente y quebrarse
Nunca perseguí la gloria
ni dejar en la memoria de los hombres mi canción
Caminante son tus huellas el camino y nada más
Caminante, no hay camino se hace camino al andar
Al andar se hace camino
Y al volver la vista atrás
Se ve la senda que nunca
Se ha de volver a pisar
Caminante no hay camino sino estelas en la mar
Hace algún tiempo en ese lugar
Donde hoy los bosques se visten de espinos
Se oyó la voz de un poeta gritar
Caminante no hay camino, se hace camino al andar
Golpe a golpe, verso a verso
Golpe a golpe, verso a verso
Murió el poeta lejos del hogar
Le cubre el polvo de un país vecino
Al alejarse, le vieron llorar
Caminante, no hay camino, se hace camino al andar
Golpe a golpe, verso a verso
Golpe a golpe, verso a verso
Cuando el jilguero no puede cantar
Cuando el poeta es un peregrino
Cuando de nada nos sirve rezar
Caminante no hay camino, se hace camino al andar
Golpe a golpe, verso a verso
Golpe a golpe, verso a verso
Yo voy soñando caminos
Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero,
a lo largo del sendero...
—La tarde cayendo está—.
En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día;
ya no siento el corazón.
Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.
La tarde más se oscurece;
y el camino se serpea
y débilmente blanquea,
se enturbia y desaparece.
Mi cantar vuelve a plañir:
Aguda espina dorada,
quién te volviera a sentir
en el corazón clavada.
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero,
a lo largo del sendero...
—La tarde cayendo está—.
En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día;
ya no siento el corazón.
Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.
La tarde más se oscurece;
y el camino se serpea
y débilmente blanquea,
se enturbia y desaparece.
Mi cantar vuelve a plañir:
Aguda espina dorada,
quién te volviera a sentir
en el corazón clavada.
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